En uno de esos días cuando deseaba salir a capturar nuevas fotografías, por el puro placer que esto me proporciona, me encontré en uno de los lugares más importantes de mi amada ciudad Bogotá, la Plaza de Bolívar; recuerdo que este día era aquel en el que el Papa Francisco visitaría por primera vez nuestro país, fue un día muy especial para mí, uno de aquellos días soleados, que nos llenan de felicidad y optimismo, dónde todo lo vemos en tonos vibrantes y que se viven intensamente, de hecho, así fue, lo viví con todo mi corazón! Aunque debo admitir que una fue aquella situación en especial llamó mi atención.
En medio de la Plaza, observando, buscando lo indicado para fotografiar, pasó cerca de mí una pareja, pero no era una pareja cualquiera como las que solemos ver comúnmente, en los pocos segundos que pude apreciarlos, mi mente empezó a imaginar cuáles podrían ser las historias que ellos llevan consigo, era necesario capturar ese instante, puesto que estas imágenes pueden transmitir un mundo de sentimientos, pueden ser la base para imaginar una o varias historias de dos personas que, al parecer, con el paso de los años han estado juntos sin importar las condiciones de vida, el frío, el calor o las circunstancias, tienen un pasado, para nosotros incierto, viven a diario un presente que así como puede ser difícil tal vez es más puro en amor y unión, porque literalmente podríamos decir, que se tienen el uno al otro y a su vieja y amiga guitarra que calma las noches frías y alegra los cálidos días.
Al llegar a casa y descargar las fotografías, estas dos era de las más anheladas por analizar y realizar su respectiva edición, y por supuesto, (con mi amor por el Blanco y Negro) decidí que era el formato adecuado para ellas, es la mejor forma para no pasar desapercibido los detalles que cada una nos concede, una por sus pocas y preciadas pertenencias, por caminar a paso lento y de la mano, tal vez sin rumbo? porque es él quién lleva más cosas sobre sus hombros y seguramente sobre sus pensamientos; y en la otra, ver sus rostros de perfil con sus arrugas y sus expresiones de cansancio, de que es ella quien lleva un paso adelante con su fuerza que debe sacar a diario para seguir adelante con el amor que los ha unido desde es primer día en que se conocieron.
De hecho, creo que podríamos crear una obra literaria completa, con solo ver estos retratos, con dejar ir lejos la imaginación y visualizar un antes, durante y después.
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